El Escudo de la Hermandad consiste en una voluta enmarcada por dos ramas de laurel, encontrándose en su interior – de color blanco – el anagrama María, en tonos azul-celeste, con el emblema J.H.S., en dorado, y dicha María engarzada por un rosario. Este conjunto se encuentra tocado de corona real.
La insignia de la Hermandad la constituye el Estandarte que la representará simbólicamente en todos los actos a que concurra como tal. Consistirá en una bandera de color blanco, recogida alrededor de su asta, ostentando sobre la misma, bordado en sus colores, el escudo de la Hermandad.
El distintivo que deberán ostentar los hermanos y hermanas en todos los actos corporativos a los que asistan será la Medalla. Ésta consistirá en la representación, en metal plateado, del escudo de la Hermandad, pendiendo de un cordón de colores blanco y negro entrelazados, alusivos a las tonalidades propias del hábito de la Orden de Predicadores. Acorde a nuestro carisma de humildad y sencillez, los miembros de la Junta de Gobierno no ostentarán distintivo alguno ni en la medalla ni en el cordón.