Inauguramos el mes de octubre con la presentación del Cartel de las Fiestas del Rosario (Humeros 2023), obra del artista D. Manuel Jiménez García. Una pintura realizada en técnica mixta sobre tabla.
Daniel Franca, presentador del acto, comenzaba su intervención dirigiéndose al pintor del nuevo cartel expresándole que: “mucho me temo que la idea de este cartel no la has elegido tú, sé de lo que hablo, la idea estaba aquí, te ha elegido y tú solamente la has ejecutado”. Como argumentación de esta idea, ilustró a los asistentes con la historia de la búsqueda de un sarcófago fenicio femenino en la ciudad de Cádiz por parte del arqueólogo Dº Pelayo Quintero Atauri (1867 – 1946) quien, tras encontrar un sepulcro del mismo periodo de un varón, pensando que formaría pareja con el de su esposa, pasó toda su vida excavando la capital gaditana, muriendo sin lograr su empresa. Años después, el 26 de septiembre de 1980, en el transcurso de unas excavaciones para la edificación de una nueva construcción en el solar que ocupó la casa del insigne arqueólogo, bajo la palmera del patio de la vivienda, se encontraba el ansiado sarcófago de la “Dama de Cádiz».
Instantes previos al descubrimiento de la pintura, concluía su disertación dirigiéndose de nuevo al artista refiriéndole que lo que estaba a punto de suceder no era más que el momento de desenterrar lo que siempre estuvo oculto bajo los cimientos de la capilla, en pleno corazón de los Humeros: “Manuel ha dibujado algo sin verlo, ese es su poder. Existe un lenguaje que va más allá de las palabras. Manuel lo comprende y aprenderá de esta manera a descifrar el mundo. Siempre estuvo aquí. Siempre ha estado aquí. Tú lo has descifrado con tu pintura”.
El pintor y nuestro Hermano Mayor descubrían, ante una gran ovación por parte de los asistentes, el cartel anunciador de los días grandes de los Humeros.
Seguidamente, D. Manuel Jiménez agradeció el encargo “sabiendo que me enfrentaba a uno de los más bonitos y mayores retos de mi carrera”, procediendo a explicar en líneas generales la obra. Partiendo de la idea de que “Humeros no se entiende sin Rosario y Rosario no se entiende sin Humeros”, se presenta en la pintura una de “esas auroras cantadas, esas plegarias en la luz temprana” con la que despertamos cada doce de octubre. “La luz, la palabra, la música, el ritmo se acompañan de la insinuación de flores letánicas como azucenas, lirios y rosas”
En la parte central, en un óvalo impregnado de la luz que desprende la “Cal de nuestras casas”, evocando el Simpecado fundacional, aparece la imagen de la Santísima Virgen del Rosario, compuesta con exquisitez y maestría. “Su figura va purificando los blancos hogares del barrio, que en sus fiestas se unifican, demostrando que es la máxima protectora de todos ellos, tesoro custodiado en su capilla, pero queda guardado en cada una de las viviendas durante todo el año”. Suspendida en el aire, queda una corona de rosas que ha compuesto para ella, “al alborear, un rosal floreciendo de amores”, como canta la copla de Campanilleros de la aurora de la Hermandad para referirse al amor y la devoción que en los Humeros se le profesa a su Patrona.
El diseño de la tipografía, inspirada en la inscripción de la demanda de 1752 que se conserva en la capilla, corresponde al artista D. Rafael Matamoros. Cabe destacar el guiño de la inclinación de la ‘H’ de Humeros, que alude a la vencida espadaña de la capilla.
En estos tiempos duros por los que la Hermandad atraviesa, fruto de la incertidumbre que supone la situación del solar colindante a la capilla que, una vez más, pone en peligro la fábrica de la misma, el cartel atisba una nueva llegada de la aurora que rompa las tinieblas de nuestras inseguridades, sabedores que en el centro de todo está nuestra Madre, la verdadera Aurora que nos trae en brazos al Sol de Justicia, nuestra salvación.